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Dientes de leche

La caída de los dientes de leche durante la infancia es algo que puede resultar terrorífico, cuando tus padres se ofrecen a quitártelos, o absolutamente emocionante cuando ya lo tienes bajo tu almohada y solo queda esperar el regalo del querido Ratoncito Pérez. Aunque sea algo totalmente natural, ¿te has preguntado alguna vez por qué sucede?

Durante nuestro crecimiento, todo nuestro cuerpo se desarrolla en mayor o menor medida. Al llegar a los 6-7 años, los dientes definitivos ya están totalmente formados y empiezan a empujar a los de leche poco a poco hasta que estos se caen y los nuevos pueden ocupar su sitio.

Para conocer por qué se produce este cambio de dentición natural, los científicos se han remontado hasta un pez ancestral cuyo fósil guardaba la explicación a este proceso.

Gracias al estudio del hueso de la mandíbula del fósil del pez “Andreolepis”, de 424 millones de años, los científicos han podido comprobar que este animal ya realizaba un cambio de dentición muy parecido al nuestro.

En los humanos, los dientes de leche pierden sus raíces antes de desprenderse. Esto se debe a que, cuando es el momento de que el diente se caiga, células especializadas reabsorben la raíz que los fija a la mandíbula hasta que el diente se afloja. Se trata de un mecanismo muy importante ya que los dientes de leche resultarían demasiado pequeños y débiles para las necesidades de un adulto.

Aunque hay animales, como los cocodrilos, que pueden cambiar sus dientes hasta 50 veces durante su vida, el ser humano solo realiza un cambio, por lo que es importante mantenerlos lo más sanos posibles. Cepillar los dientes al menos dos veces al día o tras cada comida, utilizar un colutorio, realizar una buena higiene interdental con una seda o cinta dental o con cepillos interproximales y visitar al dentista periódicamente, hará que nuestros dientes se mantengan sanos y fuertes durante más tiempo.

El cambio de dentición es un proceso que existe desde hace millones de años pero, aunque es un sistema muy efectivo, aún no nos permite volver a cambiar nuestros dientes cuando se estropeen. ¡Cuídalos mucho!

Fuente: Bocas Vitis

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