La caries es una enfermedad infecciosa, la más común que afecta a los dientes, causada por los mismos microorganismos que forman parte de la microbiota habitual de la boca, que lesiona los diferentes tejidos del diente.
Los microorganismos del biofilm bucal se alimentan de carbohidratos fermentables procedentes de la dieta y los transforman en ácidos. Estos ácidos producen una desmineralización del diente, al disolver minerales de calcio y fosfato propios del esmalte dental.
La caries dental es un proceso irreversible, pero fácil de evitar y controlar con medios químicos y físicos, y con factores protectores y preventivos.
Medios químicos
Dentífricos y colutorios que contengan:
- Nanopartículas de hidroxiapatita. Estas nanopartículas se integran con el esmalte dental, reparan imperfecciones, fortalecen el esmalte desmineralizado y forman una capa protectora resistente al ataque de los ácidos. Combinadas con el flúor favorecen la formación de fluorapatita, que otorga una mayor resistencia al esmalte frente al ataque de los ácidos.
- Flúor. Es el elemento más extendido para la prevención de la caries. El flúor fortalece y favorece la remineralización del esmalte.
- Xylitol. El xylitol reduce la placa bacteriana (biofilm bucal), disminuye la producción de ácido y tiene una acción remineralizante al neutralizar el pH ácido.
Medios físicos
- El cepillado dental. Es necesario cepillarse correctamente los dientes 3 veces al día o después de cada comida durante, al menos, 2 minutos, y cambiar el cepillo cuando veamos que está desgastado o cada 3 meses. Se recomienda el uso de un cepillo con filamentos de Tynex®, redondeados y diseñados para eliminar el biofilm y los restos de alimentos sin dañar el esmalte y la encía.
- El uso de elementos de higiene interproximal como las sedas o cintas dentales, cepillos interproximales e irrigadores bucales para llegar a limpiar el 40% de la superficie dental que no alcanzamos con el cepillado dental.
Factores protectores y preventivos de cada individuo
La saliva arrastra los restos de comida que quedan en la boca, neutraliza los ácidos producidos por la placa bacteriana y aporta calcio y fosfato a los dientes en un proceso que se conoce como remineralización. Además, actúa como depósito para el flúor de la pasta de dientes, que ayuda a prevenir la caries remineralizando los dientes lo que disminuye o frena el proceso cariogénico1. Es muy importante controlar la escasez de saliva, debida en ocasiones a la administración de ciertos fármacos, enfermedades sistémicas, infecciones crónicas, radioterapia en tumores de cabeza y de cuello.
Control de dieta y hábitos saludables
- Limitar el consumo de azúcares, sobre todo entre horas, y evitar una prolongada exposición a los mismos.
- Evitar alimentos pegajosos que puedan quedar retenidos en los dientes.
- Seguir una dieta variada y equilibrada.
- Mascar chicle (sin azúcares), pues estimula la producción de saliva.
- Realizar como mínimo una visita anual al dentista.
Fuente: Vitis
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